Por Adam Singolda
Publicación original en MarketingDirecto.com aquí.
Si tuviera que predecir el 2030, pronosticaría que las máquinas nos ayudarían a tomar algunas de las decisiones más importantes de nuestras vidas, como, por ejemplo, qué comprar, a dónde ir o con quién verse. La gente tendría más espacio, viviríamos junto a lagos, tendríamos más cosas y consumiríamos más. Además, dispondríamos de acceso a más productos y servicios personalizados según nuestras necesidades, nos desplazaríamos menos al trabajo y, de hacerlo, sería de una forma más rápida usando hyperloops, drones personales o hasta por el espacio. Sería una era de consumismo completamente nueva.
Y en realidad, en 2020 hemos empezado a ver algunos de estos efectos. Durante la pandemia, cuando no ha habido opción física de acercarse a un establecimiento a comprar, el comercio electrónico se ha disparado. Además, como resultado de que muchas personas se han mudado a zonas menos pobladas y pasan más tiempo en sus casas, entre otras cosas, el gaming ha crecido como consecuencia de que los consumidores buscan una manera de evadirse. Junto a esto, los eventos previstos para 2020 también afectaron a la industria digital de medios. Así, la web abierta se hizo más grande, la gente pasó inmediatamente un 20% más de tiempo online leyendo, comprando y también hemos visto que los presupuestos publicitarios se recuperaron más rápido y de una forma más consistente que nadie había anticipado.
Cuando no hemos tenido elección, nuestro mundo ha cambiado más rápido de lo que hubiera sido de no haber pandemia y hemos podido empezar a vislumbrar lo que habría sido el futuro año 2030. En este contexto, estas son mis previsiones:
La industria abordará la difusión de desinformación y las empresas tecnológicas dependerán más de las personas encargadas de la revisión de contenidos y no tanto de la inteligencia artificial
La IA ha fallado mucho últimamente. No pudo predecir la propagación del coronavirus. Tampoco logró advertir de la desinformación sobre algunos personajes políticos e incluso no logró acertar en conversaciones entre adolescentes sobre el suicidio.
Y hay un área en particular en la que IA seguirá fallando. Me refiero a la identificación de nuevos problemas que surgen por primera vez. Los expertos en tecnología se refieren a esto como “garbage in, garbage out“. Para entender a qué me refiero, tomemos el caso de la pandemia global del coronavirus. La IA solo habría podido ser capaz de predecir su llegada si hubiera tenido datos históricos sobre una pandemia global de estas características en el pasado.
Por eso, a medida que la información online se vuelve aún más crítica para mantenernos informados en nuestro día a día, las plataformas tecnológicas tendrán que hacerlo mejor y no depender sólo de la IA para la revisión de contenidos. Pienso que la respuesta pasa por más equipo humano involucrado en la moderación de contenidos. Y si tuviéramos que apostar por una solución para abordar la propagación de nuevos fenómenos, nuevas tendencias o la desinformación, deberíamos apostar por equipos humanos (no sólo por la IA).
Los presupuestos de publicidad en los e-commerce aumentarán y esto incrementará los ingresos de los publishers
El coronavirus está dañando algunas industrias, pero también ha dado lugar a muchas oportunidades de negocio nuevas en áreas como jardinería, mascotas, productos para el hogar, así como fitness y videojuegos con los que aliviar el estrés.
En 2020, dos cosas han cambiado que impactarán al e-commerce en 2021 y más allá. La primera es que las empresas realmente han entendido que no tener una presencia digital con la que dar valor a su marca es un gran riesgo. Y la segunda hace referencia a que, por necesidad, los consumidores han comenzado a experimentar con las compras online como nunca antes lo habían hecho. Y han comprado casas por Facetime, muebles que nunca antes habían visto, han contratado entrenadores personales o realizado consultas médicas, además de recibir educación online.
Por eso, a medida que las personas adquieren nuevos productos y encuentran nuevas formas de comprar, la inversión publicitaria en el comercio electrónico se verá recompensada en 2021. Hemos visto que el e-commerce creció sólo un 3,1% en 2020. Creo que ese número crecerá siete veces más este año y que los publishers sacarán mucho provecho de este nuevo comportamiento de los consumidores.
El tiempo del usuario lo es todo, “Tick Tock, Tick Tock”: Cada juego o aplicación utilizará contenido para que los usuarios permanezcan
Soy muy optimista sobre el futuro de la web abierta, los publishers y los medios de comunicación en general, porque pronto su contenido se utilizará en todas partes para ayudar a captar la atención de los consumidores de formas nuevas como no habíamos visto hasta ahora. Veremos cómo, por ejemplo, los fabricantes de dispositivos, juegos y aplicaciones nativas incorporarán noticias como forma de mantener a la gente más conectada. Pienso en Apple News, pero en todas partes.
De forma similar a cómo Apple utiliza noticias para atraer a los usuarios de iPhone, a través de notificaciones o en la pantalla “menos uno” de sus dispositivos, imagino que cada aplicación se pudiera beneficiar de noticias contextuales para atraer en tiempo real a los usuarios con su app. Esto supondría, que, por ejemplo Livescore, podría mostrarte contenido personalizado sobre tu equipo favorito junto con las actualizaciones de marcadores, para que no abandones el site nada más comprobar el resultado del partido que querías conocer… O que “Calm”, app de meditación, podría recomendar más contenido relacionado con la espiritualidad y la relajación después de completar una sesión para que no hicieras sólo la sesión de meditación y luego te fueras. También podría suponer que She-in proporcionara artículos sobre las últimas tendencias de moda para aquellas personas que no están muy seguras de qué comprar.
La diversidad se convertirá en un agente de éxito, tanto como el margen bruto
El movimiento Black Lives Matter ha sacudido al mundo en más de una ocasión. Empresas de todo el mundo se comprometieron a apoyarlo, pero lo más importante es que han hecho análisis internos para evaluar la diversidad dentro de sus propios equipos.
Este año fue diferente. Los problemas de justicia racial surgieron en todo el mundo y aceleraron los debates en los lugares de trabajo sobre el enfoque empresarial en diversidad, equidad e inclusión. Y empujó a evaluar la cultura de empresa y a admitir sus fallos. Pero la diversidad y la inclusión siempre han sido esenciales para la humanidad y para que los negocios crezcan y prosperen según los muchos tipos de audiencia existentes.
La diversidad real aprovecha los talentos, la creatividad y las perspectivas de tantas comunidades, orígenes y culturas. Y lo hace de tal manera que cualquier equipo, producto o servicio que la adopte, se enriquece de forma natural.
Un estudio pionero de Harvard Business Review ha probado que cuando los inversores invierten en empresas con las que comparten perfil académico, sus posibilidades de ser adquiridos o de salir a bolsa son un 11,5% menos que si lo hacen en empresas con personal de procedencia más variada. Y que el impacto de compartir etnia es más significativo aún, reduciendo la tasa de éxito de inversión entre un 26,4%-32,2%.
Las empresas que implantan modelos de diversidad entre sus empleados pueden relacionarse mejor y dirigirse a mayor número de consumidores. De empresas como Taboola, las marcas y agencias esperarán que les brindemos una red de publishers amplia y diversa. Y tener personal diverso dentro de nuestras empresas aumentará nuestras posibilidades de ganar esos partners y clientes diversos.
Creo que en el futuro, y empezando en 2021, la diversidad, la equidad y la inclusión no sólo seguirán creciendo en su nivel de importancia porque es lo correcto, sino porque las personas entenderán que cuando el lugar de trabajo es diverso e inclusivo, aumentan las posibilidades de éxito. Y de manera similar a cómo los inversores ven el margen bruto, comenzarán a investigar cómo de diversos son los equipos o si las compañías tienen un plan concreto para incorporar más diversidad antes de realizar inversiones.